El futuro de la computación: Supercloud y Sky Computing

La computación en la nube, la nube múltiple y la nube híbrida son términos a los que nos hemos acostumbrado a escuchar. Ahora podemos agregar "súper nube" y "computación del cielo" a la lista de terminología que describe la infraestructura informática de la próxima década.

Aunque es difícil de creer, dado lo omnipresente que es hoy en día, la computación en la nube como una realidad práctica solo ha existido durante la última década más o menos. Sin embargo, en ese momento, revolucionó el concepto de redes e infraestructura de TI.

En los términos más simples, implica proporcionar almacenamiento informático, potencia de procesamiento y aplicaciones a través de Internet, por lo que los usuarios no tienen que preocuparse por comprar, instalar y mantener el hardware y el software ellos mismos.

Supercloud y Sky Computing
Supercloud y Sky Computing

En ese tiempo, hemos visto la aparición de la nube múltiple, que implica que las empresas y organizaciones elijan y elijan servicios en la multitud de proveedores de nube, y la nube híbrida, donde la infraestructura se entrega a través de soluciones en la nube y locales.

Pero el progreso tecnológico nunca se detiene, y más recientemente, han surgido nuevos términos, incluida la supernube y la computación en el cielo, para describir cómo podría ser la próxima etapa en la evolución de la "infraestructura como servicio".

¿Qué son las Supercloud y Sky Computing?

Ambos términos, de hecho, describen ideas muy similares: la siguiente etapa en la evolución de la computación en la nube, que se distribuirá a través de múltiples proveedores. También integrará otros modelos, incluida la computación de borde, en una infraestructura unificada y una experiencia de usuario. Otros nombres que se usan a veces incluyen "nube distribuida" y "metanube".

Esto se considera necesario porque, si bien muchas organizaciones han dado el salto a la nube múltiple, los diferentes proveedores de nube no siempre se integran entre sí. En otras palabras, una empresa que persigue una nube múltiple puede encontrarse administrando múltiples entornos de nube, cada uno operando, hasta cierto punto, como una entidad independiente. Esto puede dificultarlo si, por ejemplo, queremos cambiar aplicaciones o datos de una nube a otra.

La respuesta propuesta por el concepto de supernube es crear otra capa de abstracción por encima de esta que opere de manera agnóstica de cualquier plataforma o plataformas en la nube que se ejecuten debajo de ella. Esta es la supernube, donde las aplicaciones se pueden ejecutar en contenedores o máquinas virtuales, interactuando con cualquier plataforma en la nube debajo.

El resultado son entornos de nube separados que operan como si estuvieran interconectados entre sí, lo que permite que el software, las aplicaciones y los datos se muevan libremente entre ellos.

Esto significa que una empresa puede tener acuerdos de servicio con, por ejemplo, Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure. La infraestructura podría reconfigurarse sobre la marcha a través de la interfaz supercloud para mover servicios entre estas diferentes plataformas, o entre servidores en diferentes ubicaciones geográficas, a medida que cambian los requisitos.

Ejemplos de cuándo esto podría ser útil son cuando los servicios deben entregarse a un nuevo grupo de usuarios en una nueva región o cuando un centro de datos en particular se sobrecarga. Toda la aplicación simplemente se puede "levantar y cambiar" a un centro de datos nuevo y más conveniente o a un proveedor de nube diferente.

En muchas implementaciones, la supernube combina los beneficios de la nube híbrida y multinube, ya que también brinda acceso a la infraestructura local y otros modelos, como la informática perimetral. La parte importante es que todo sea accesible y utilizable a través de una interfaz de usuario unificada, por lo que la ubicación real donde se almacenan los datos y desde dónde se ejecutan las aplicaciones es invisible para el usuario, que siempre tiene una experiencia consistente.

Además de simplificar la infraestructura, los sistemas y los procesos internos, la migración a modelos de supernube, en teoría, facilita a las organizaciones la integración y el intercambio de herramientas o datos con sus clientes y socios, que pueden estar utilizando plataformas completamente diferentes a ellas.

¿Cuáles son los desafíos clave con Supercloud y Sky Computing?

En este momento, un desafío importante cuando se trata de configurar una infraestructura de supernube es la seguridad. Esto se debe a que los diferentes proveedores de nube pueden tener diferentes protocolos de seguridad, y cualquier dato y aplicación que tenga que operar en múltiples proveedores deberá configurarse de manera compatible con todos ellos.

El uso de más servicios en la nube simplemente significa que hay más superficies donde los datos pueden estar expuestos a posibles violaciones de seguridad. Una prioridad para aquellos que sientan las bases para los sistemas de supernube será crear soluciones automatizadas que se ejecuten en la capa de supernube para ofrecer protección independientemente del servicio en la nube o la infraestructura local que se esté utilizando.

Fundamentalmente, la computación en la nube está diseñada para ser un trampolín final en el camino hacia la mercantilización de la infraestructura informática. Este objetivo se establece en un artículo publicado en 2021 por los profesores de la Universidad de California, Berkley, Ion Stoica y Scott Shenker, titulado From Cloud Computing to Sky Computing.

Stoika y Shenker fueron los primeros defensores del paradigma de la computación en la nube, escribiendo sobre ello ya en 2009. En aquel entonces, predijeron que podría llevar a que la infraestructura de cómputo y almacenamiento se convirtiera en "servicios públicos", similar a la electricidad y la conectividad a Internet. Esto no sucedió, en gran parte debido a la aparición de diferentes estándares entre diferentes proveedores de servicios en la nube (Amazon, Google, Microsoft, etc.). Supercloud (o computación en el cielo, como Stoica y Shenker prefieren llamarlo) puede ser la forma de finalmente hacerlo realidad.

Sin embargo, postulan que, si bien los desafíos técnicos serán bastante simples de superar, la creación de servicios y estándares para comunicarse entre diferentes nubes, por ejemplo, podría encontrar cierta resistencia por parte de los propios proveedores de la nube.

¿Amazon o Google darán la bienvenida a la idea de "compartir" a sus clientes de la nube con servicios de la competencia? Stoica y Shenker señalan la existencia de aplicaciones como Google Anthos, una plataforma de administración de aplicaciones que se ejecuta en Google Cloud, así como en AWS y otras plataformas en la nube, como evidencia de que podrían estar volviéndose receptivos a la idea.

En conjunto, la supernube es un concepto emocionante que tiene el potencial de hacer que sea más simple y más asequible para las organizaciones aprovechar la poderosa infraestructura informática. Esto tiene que ser una buena noticia en general, con la esperanza de que sea más fácil para los innovadores traernos herramientas y aplicaciones basadas en la nube que enriquecen aún más nuestras vidas.